6 de noviembre de 1938: PROBLEMAS DE LA GUERRA Y DE LA ESTRATEGIAEste texto es un espejo (mirror) del texto en español que figura en Internet en
http://www.marx2mao.org//M2M(SP)/Mao(SP)/PWS38s.html contenida en la web Desde Marx hasta Mao http://www.marx2mao.org//M2M(SP)/index(sp).html,
que es la versión (parcial) en español de la web From Marx to Mao http://www.marx2mao.org//index.html
que desde el 1 de mayo de 1997 mantiene en Internet Dave Romagnolo.Ver comentario de esta obra en nuestra Guía de Lecturas.
Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS Primera edición 1968
PEKIN 1976
(3a impresión 1976)
PROBLEMAS DE LA GUERRA Y DE LA ESTRATEGIA (6 de
noviembre de 1938 ) |
| |
Las características de China y la guerra revolucionaria |
225 | |
240 |
pág. 225
6 de noviembre de 1938
I. LAS CARACTERISTICAS DE CHINA Y
LA GUERRA REVOLUCIONARIA
La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la toma del Poder por medio de la lucha armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este revolucionario principio marxista-leninista tiene validez universal, tanto en China como en los demás países.
No obstante, ateniéndose al mismo principio, el partido del
proletariado lo aplica de distinta forma según las distintas condiciones. En
los países capitalistas, cuando éstos no son fascistas ni están en guerra, las
condiciones son las siguientes: en lo interno, no existe el sistema feudal,
sino la democracia burguesa; en lo externo, esos países no sufren la opresión
nacional, sino que ellos mismos oprimen a otras naciones. Debido a estas
características, la tarea del partido del proletariado en los países
capitalistas consiste en educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un
largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del
capitalismo. Allí la cuestión es sostener una larga lucha legal, utilizar el
parlamento como
pág. 226
tribuna, recurrir a las huelgas económicas y políticas, organizar
sindicatos y educar a los obreros. Allí las formas de organización son
legales, y las formas de lucha, incruentas (no de guerra). En lo que se
refiere a la cuestión de la guerra, los Partidos Comunistas de los países
capitalistas se oponen a las guerras imperialistas de sus propios países; si
se producen tales guerras, su política se orienta a la derrota de los gobiernos reaccionarios de sus propios países. La guerra que
quieren emprender dichos Partidos no es otra que la guerra civil para la cual
se están preparando[1].
Pero mientras la burguesía no esté realmente reducida a la impotencia,
mientras la mayoría del proletariado no esté decidida a emprender el
levantamiento armado y la guerra civil, y mientras las masas campesinas no
estén dispuestas a ayudar voluntariamente al proletariado, este levantamiento
y esta guerra no deben realizarse. Además, llegado el momento de iniciar tales
acciones, el primer paso será ocupar las ciudades y después avanzar sobre el
campo, y no al revés. Todo esto es la manera como han actuado los Partidos
Comunistas de los países capitalistas, y la Revolución de Octubre en Rusia ha
confirmado su justeza.
El caso de China es diferente. La particularidad de China es
que no es un país independiente y democrático, sino semicolonial y semifeudal,
donde no hay democracia, sino opresión feudal, y que en sus relaciones
exteriores no goza de independencia nacional, sino que sufre la opresión
imperialista. Por lo tanto, no tenemos parlamento que utilizar, ni derecho
legal de organizar a los obreros para realizar huelgas. Aquí la tarea
fundamental del Partido Comunista no consiste en pasar por un largo período de
lucha legal antes de emprender el levantamiento y la guerra, ni en apoderarse
primero de las ciudades y luego ocupar el campo, sino en todo lo contrario.
Cuando los imperialistas no realizan ataques armados contra
nuestro país, el Partido Comunista de China, o bien sostiene junto con la
burguesía una guerra civil contra los caudillos militares (lacayos
pág. 227
del imperialismo), como las guerras en Kuangtung[2]
y la Expedición al Norte ocurridas entre 1924 y 1927, o bien se une con los
campesinos y la pequeña burguesía urbana para sostener una guerra civil contra
la clase terrateniente y la burguesía compradora (también lacayos del
imperialismo) como la Guerra Revolucionaria Agraria de 1927-1936. Pero cuando
los imperialistas lanzan ataques armados contra China, el Partido se une
entonces con todas las clases y capas sociales del país que se oponen a los
agresores extranjeros, para emprender una guerra nacional contra el enemigo
exterior, como la actual Guerra de Resistencia contra el Japón.
Todo esto muestra la diferencia entre China y los países
capitalistas. En China, la forma principal de lucha es la guerra, y la forma
principal de organización, el ejército. Todas las demás formas, como las
organizaciones y luchas de las masas populares, son también muy importantes y
absolutamente indispensables, y de ningún modo deben ser dejadas de lado, pero
el objetivo de todas ellas es servir a la guerra. Antes del estallido de una
guerra, todas las organizaciones y luchas tienen por finalidad prepararla,
como en el período que va del Movimiento del 4 de Mayo (1919) al Movimiento
del 30 de Mayo (1925). Después del estallido de una guerra, todas las
organizaciones y luchas se coordinan de modo directo o indirecto con la
guerra. Por ejemplo, en el período de la Expedición al Norte, todas las
organizaciones y luchas en la retaguardia del ejército revolucionario se
coordinan en forma directa con la guerra, en tanto que aquéllas en las
regiones dominadas por los caudillos militares del Norte se coordinaron con
ella en forma indirecta. Asimismo, en el período de la Guerra Revolucionaria
Agraria, todas las organizaciones y luchas dentro de las zonas rojas
estuvieron coordinadas en forma directa con la guerra, mientras que las de
otras zonas lo estuvieron de manera indirecta. Y finalmente, en la actual
Guerra de Resistencia contra el Japón, todas las organizaciones y luchas en la
retaguardia de las fuerzas armadas antijaponesas y en las zonas ocupadas por
el enemigo también están coordinadas de manera directa o indirecta con la
guerra.
"En China, la revolución armada combate a la
contrarrevolución armada. Tal es una de las peculiaridades y una de las
ventajas de la revolución china."[3]
Esta tesis del camarada Stalin es enteramente correcta y válida por igual para
la Expedición al Norte, para la Guerra Revolucionaria Agraria y para la actual
Guerra de Resistencia contra el Japón: Todas éstas son guerras
revolucionarias, dirigidas a
pág. 228
combatir a la contrarrevolución, y en ellas participa principalmente el
pueblo revolucionario. Las únicas diferencias entre ellas son las mismas que
existen entre una guerra civil y una guerra nacional, entre una guerra
sostenida por el Partido Comunista solo y una guerra realizada conjuntamente
por el Kuomintang y el Partido Comunista. Está claro que estas diferencias son
importantes, pues indican la amplitud de la fuerza principal de la guerra (si
es una alianza de los obreros y los campesinos o una afianza de los obreros,
los campesinos y la burguesía) y el blanco al que está dirigida la guerra (si
contra un enemigo interno o un enemigo exterior, y en el primer caso, si
contra los caudillos militares del Norte o contra el Kuomintang); también
indican que la guerra revolucionaria de China presenta un contenido diferente
en las distintas etapas de su desarrollo histórico. Pero todas estas guerras
representan la lucha de la revolución armada frente a la contrarrevolución
armada, todas son guerras revolucionarias, y todas muestran las peculiaridades
y ventajas de la revolución china. La tesis de que la guerra revolucionaria
"es una de las peculiaridades y una de las ventajas de la revolución china"
concuerda perfectamente con las condiciones de China. La tarea principal del
partido del proletariado chino. tarea que tiene ante sí casi desde el comienzo
mismo de su existencia, es la de unirse con el mayor número posible de aliados
y organizar la lucha armada para combatir, de acuerdo con las circunstancias,
a la contrarrevolución armada interna o externa, y para lograr la liberación
nacional y social. En China, sin lucha armada no habría lugar para el
proletariado y el Partido Comunista, ni podrían éstos realizar ninguna tarea
revolucionaria.
Nuestro Partido no comprendió plenamente esta verdad en los
cinco o seis años transcurridos desde su fundación en 1921 hasta su
participación en la Expedición al Norte en 1926. En esa época no entendió la
extrema importancia de la lucha armada en China, ni se ocupó con seriedad de
la preparación para la guerra ni de la organización de un ejército, ni
confirió la debida importancia al estudio de la estrategia y la táctica
militares. En el curso de la Expedición al Norte, no se esforzó por ganarse a
las fuerzas armadas y concentró unilateralmente su atención en el movimiento
de masas;; como resultado de ello, todo este movimiento se derrumbó en cuanto
el Kuomintang se volvió reaccionario. Aun después de 1927 y durante largo
tiempo, muchos camaradas continuaron tomando como tarea central del Partido la
preparación para el levantamiento en las ciudades y el trabajo en las zonas
blancas. Sólo después de nuestra victoria sobre
pág. 229
la tercera campaña enemiga de "cerco y aniquilamiento" en 1931, algunos
camaradas cambiaron radicalmente su actitud al respecto. El cambio, sin
embargo, no se produjo en todo el Partido y todavía quedaban camaradas que
seguían pensando en forma diferente a lo que más arriba queda expuesto.
La experiencia nos enseña que los problemas de China no
pueden solucionarse sin la lucha armada. Comprender esta verdad nos ayudará a
sostener con éxito, de ahora en adelante, la Guerra de Resistencia contra el
Japón. El hecho concreto de que en esta Guerra todo el pueblo se esté
levantando para hacer la resistencia armada, enseñará a todo el Partido a
comprender aún mejor la importancia del problema. Cada uno de sus militantes
debe estar dispuesto a tomar las armas y a marchar al frente en cualquier
momento. Además, la presente Sesión ha decidido que las principales esferas de
trabajo del Partido estén en las zonas de guerra y en la retaguardia enemiga,
dando así una orientación más precisa a este respecto. Esto será un excelente
antídoto contra la tendencia de algunos militantes que están dispuestos sólo a
hacer trabajo de organización del Partido o a trabajar en el movimiento de
masas, pero no quieren estudiar la guerra ni participar en ella así como
contra la actitud de algunos centros docentes que no estimulan a los
estudiantes a ir al frente, y otros fenómenos parecidos. En la mayor parte del
territorio chino, el trabajo de organización del Partido y el trabajo en el
movimiento de masas están directamente vinculados con la lucha armada; no hay
ni puede haber labor del Partido ni movimiento de masas independientes o
aislados. Incluso en algunas regiones de la retaguardia relativamente alejadas
de las zonas de guerra (como Yunnán, Kuichou y Sechuán) y en lugares dominados
por el enemigo (como Peiping, Tientsín, Nankín y Shanghai), el trabajo de
organización del Partido y el movimiento de masas también están coordinados
con la guerra, y sólo pueden y deben someterse a las exigencias del frente. En
una palabra, el Partido entero debe prestar seria atención a la guerra,
estudiar los asuntos militares y prepararse para combatir.
Es útil que echemos una ojeada a la historia del Kuomintang
para ver qué atención ha prestado a la guerra.
pág. 230
Desde el momento en que organizó un pequeño grupo
revolucionario, Sun Yat-sen realizó varias insurrecciones armadas contra la
dinastía Ching[4].
El período de la Tungmengjui (Liga Revolucionaria) fue aún más rico en
insurrecciones armadas[5],
que se sucedieron sin cesar hasta que la dinastía Ching fue derrocada por la
fuerza de las armas en la Revolución de 1911. Durante el período del Chungjua
Kemingtang (Partido Revolucionario Chino), se efectuó una
campaña militar contra Yuan Shi-kai[6].
Los acontecimientos posteriores tales como el traslado de la flota al Sur[7],
la marcha al Norte desde Kuilin[8]
y la fundación de la Academia Militar de Juangpu[9]
fueron también actividades militares de Sun Yat-sen.
A Sun Yat-sen sucedió Chiang Kai-shek, quien llevó el poderío
militar del Kuomintang a su apogeo. Para Chiang Kai-shek, el ejército es su
vida. Ha vivido con él la Expedición al Norte, la Guerra Civil, y continúa con
él en la Guerra de Resistencia. En los últimos diez años, Chiang Kai-shek no
ha dejado de combatir a la revolución. Para combatirla, ha creado un
gigantesco "Ejército Central". Quien tiene ejército tiene poder, y la guerra
lo decide todo; a este punto vital él se ha atenido firmemente. En este
aspecto debemos aprender de él. Tanto Sun Yat-sen como Chiang Kai-shek son en
eso nuestros maestros.
Después de la Revolución de 1911, todos los caudillos
militares se han aferrado a sus tropas como a su propia vida, y han dado
siempre gran importancia a este principio: "Quien tiene ejército tiene poder "
Tan Yen-kai[10]
fue un burócrata inteligente. Ocupó en varias ocasiones el cargo de gobernador
de la provincia de Junán; nunca quiso ser pura y simplemente gobernador civil,
e insistió siempre en ser gobernador militar y civil a la vez. Incluso cuando
más tarde llegó a ser Presidente del Gobierno Nacional, primero en Cantón y
luego en Wuján, fue al mismo tiempo jefe del 2.ƒ Cuerpo de Ejército. En China
hay muchos caudillos militares así, que entienden esta característica de
nuestro país.
En China ha habido también algunos partidos que
no han intentado tener un ejército; entre ellos el principal es el Partido
Progresista[11].
Pero aun éste comprendió que no podía conseguir posiciones en el gobierno sin
el respaldo de algún caudillo militar. Y así buscó sucesivamente
la protección de Yuan Shi-kai, Tuan Chi-yui[12]
y Chiang Kai-shek (a quien se ha adherido el Grupo de Ciencias Políticas[13],
formado por una fracción del Partido Progresista).
pág. 231
Algunos partidos pequeños creados no hace mucho, como el
Partido de la Juventud[14],
no tienen ejército y, por consiguiente, no han podido llegar a ninguna parte.
En otros países, los partidos burgueses no necesitan disponer
cada cual de fuerzas armadas bajo su mando directo. Pero el caso de China es
distinto. Debido a la división feudal del país, cualquier bloque o partido de
terratenientes o burgueses que posea fusiles posee también poder, y el que
tenga más fusiles tiene mayor poder. Hallándose en estas condiciones, el
partido del proletariado debe ver con claridad el fondo de la cuestión.
Los comunistas no luchan por un poder militar personal (jamás
deben hacerlo y que nadie siga el ejemplo de Chang Kuo-tao), sino que deben
luchar por el poder militar para el Partido, por el poder militar para el
pueblo. Como ahora se desarrolla una guerra nacional de resistencia, también
deben luchar por el poder militar para la nación. Sin lugar a duda, la
ingenuidad respeto al poder militar no puede conducir a ningún resultado. Como
el pueblo trabajador ha sido, durante miles de años, víctima del engaño y la
intimidación por parte de las clases gobernantes reaccionarias, muy
difícilmente puede darse cuenta de la importancia de tener fusiles en sus
propias manos. Ahora que la opresión del imperialismo japonés y la resistencia
armada a escala nacional han empujado al pueblo trabajador a la arena de la
guerra, los comunistas deben convertirse en los dirigentes políticamente más
conscientes de esta guerra. Todos los comunistas tienen que comprender esta
verdad "El Poder nace del fusil." Nuestro principio es: el Partido manda al
fusil, y jamás permitiremos que el fusil mande al Partido Pero también es
cierto que, teniendo fusiles, podemos crear organizaciones del Partido tal
como el VIII Ejército ha creado una poderosa organización del Partido en el
Norte de China. De la misma manera, podemos formar cuadros, crear escuelas,
desarrollar la cultura y organizar movimientos de masas. En Yenán los fusiles
lo han creado todo. Todo nace del fusil. según la teoría marxista del Estado,
el ejército es el principal componente del Poder estatal. Quienquiera que
desee tomar el Poder estatal y retenerlo, tiene que contar con un poderoso
ejército. Hay quienes se ríen de nosotros como partidarios de la "teoría de la
omnipotencia de la guerra Sí somos partidarios de la teoría de la omnipotencia
de la guerra revolucionaria; eso no es malo; es bueno, es marxista Los fusiles
de los comunistas rusos crearon el socialismo. Nosotros creare-
pág. 232
mos una república democrática La experiencia de la lucha de clases en la
época del imperialismo nos enseña que sólo mediante la fuerza del fusil, la
clase obrera y las demás masas trabajadoras pueden derrotar a la burguesía y
la clase terrateniente armadas; en este sentido cabe afirmar que sólo con el
fusil se puede transformar el mundo entero. Somos partidarios de la
eliminación de la guerra; no deseamos la. guerra. Pero sólo mediante la guerra
se puede eliminar la guerra. Para acabar con los fusiles, hay que empuñar el
fusil.
Durante un período de tres o cuatro años, desde 1921 (en que
fue fundado el Partido Comunista de China) hasta 1924 (en que se celebró el I
Congreso Nacional del Kuomintang), nuestro Partido no comprendió la
importancia de ocuparse directamente de los preparativos para la guerra y de
la organización de un ejército, y en el período de 1924-1927 e incluso durante
algún tiempo más, siguió careciendo de una comprensión suficiente al respecto;
sin embargo, con su participación en 1924 en la fundación y el trabajo de la
Academia Militar de Juangpu, entró en una nueva etapa y comenzó a comprender
la importancia de los asuntos militares. Ayudando al Kuomintang
en las guerras en Kuangtung y participando en la Expedición al Norte,
consiguió controlar una parte del ejército[15].
Habiendo sacado una amarga lección del fracaso de la revolución, organizó el
Levantamiento de Nanchang, el Levantamiento de la Cosecha de Otoño y el
Levantamiento de Cantón, con lo cual entró en el nuevo período de creación del
Ejército Rojo. Ese fue el período crucial en que nuestro Partido llegó a
comprender a fondo la importancia del ejército. Si no hubiera existido en
aquella época el Ejército Rojo, ni hubiera éste sostenido ninguna guerra, es
decir, si el Partido Comunista hubiese adoptado la línea liquidacionista de
Chen Tu-siu, serían inconcebibles la actual Guerra de Resistencia contra el
Japón y su prosecución durante largo tiempo.
La reunión de emergencia del Comité Central del Partido
celebrada el 7 de agosto de 1927 combatió el oportunismo de derecha en el
terreno político, lo cual permitió al Partido dar un gran paso ade-
pág. 233
lante. En enero de 1931, la IV Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VI Congreso Nacional, si bien nominalmente combatió el oportunismo de
"izquierda" en el terreno político, en realidad volvió a incurrir en ese
error. Estas dos reuniones fueron diferentes en cuanto a su contenido y su
valor histórico, pero ninguna abordó seriamente los problemas de la guerra y
de la estrategia. Este hecho mostró que, en aquel entonces; el Partido no
había hecho todavía del problema de la guerra el centro de gravedad de su
trabajo. Después que la dirección central se trasladó a las zonas rojas en
1933, la situación experimentó un cambio radical, pero en el problema de la
guerra (y en los demás problemas de importancia) se volvieron a
cometer errores de principio, que ocasionaron graves pérdidas a la guerra
revolucionacia[16].
La Reunión de Tsunyi de 1935 combatió principalmente el oportunismo en la
conducción de la guerra y colocó el problema de la guerra en el primer plano,
lo que fue reflejo de la situación de guerra. Hoy podemos decir con seguridad
que, en las luchas de los últimos diecisiete años, el Partido Comunista de
China ha forjado no solamente una firme línea política marxista, sino también
una firme línea militar marxista. Hemos aprendido a emplear el marxismo para
solucionar tanto los problemas políticos como los de la guerra. Hemos
preparado, como fuerte columna vertebral, no sólo un gran número de cuadros
capaces de dirigir el Partido y el Estado, sino también un gran número de
cuadros capaces de dirigir el ejército. Estos logros son la flor de la
revolución, regada con la sangre generosa de innumerables mártires, gloria que
no sólo pertenece al Partido Comunista de China y al pueblo chino, sino
también a los Partidos Comunistas y a los pueblos del mundo entero. Hasta hoy,
en el mundo sólo hay tres ejércitos que pertenecen al proletariado y al pueblo
trabajador: los dirigidos, respectivamente, por los Partidos Comunistas de la
Unión Soviética, China y España; los Partidos Comunistas de los demás países
no tienen aún experiencia militar. Por lo tanto, nuestro ejército y nuestra
experiencia militar tienen un valor especial.
A fin de conducir victoriosamente la actual Guerra de
Resistencia contra el Japón, es de suma importancia ampliar y consolidar el
VIII Ejército, el Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército y todas las fuerzas
guerrilleras dirigidas por nuestro Partido. Conforme a esto, el Partido debe
enviar al frente en número suficiente, a sus mejores militantes y cuadros.
Todo debe servir a la victoria en el frente, y la tarea de organización debe
estar subordinada a la tarea política.
pág. 234
Vale la pena estudiar los cambios de estrategia militar de
nuestro Partido. Vamos a examinarlos separadamente en los dos procesos: la
guerra civil y la guerra nacional.
El curso de la guerra civil puede dividirse, a grandes
rasgos, en dos períodos estratégicos. En el primer período, lo principal fue
la guerra de guerrillas, y en el segundo, la guerra regular. Pero la guerra
regular aquí mencionada era de tipo chino, regular tan sólo por la
concentración de las fuerzas para hacer una guerra de movimientos y por cierto
grado de centralización y planificación en el mando y en la organización. En
los demás aspectos, conservaba aún el carácter guerrillero, constituía un tipo
inferior y no podía equipararse con la de los ejércitos extranjeros; también
presentaba alguna diferencia con la del ejército del Kuomintang. Así, en
cierto sentido, este tipo de guerra regular representaba sólo una guerra de
guerrillas elevada a un nivel superior.
El curso de la Guerra de Resistencia contra el Japón, en lo
que concierne a las tareas militares de nuestro Partido, también puede
dividirse, a grandes rasgos, en dos períodos estratégicos. En el primer
período (que comprende las etapas de defensiva estratégica y de equilibrio
estratégico), la guerra de guerrillas ocupa el lugar principal, en tanto que
en el segundo (la etapa de contraofensiva estratégica), ese lugar lo ocupará
la guerra regular. Pero la guerra de guerrillas del primer período de la
Guerra de Resistencia difiere considerablemente, en su contenido, de la del
primer período de la guerra civil, porque ahora empleamos al VIII Ejército
regular (regular en cierta medida) para realizar en orden disperso las tareas
guerrilleras. Igualmente, la guerra regular del segundo período de la Guerra
de Resistencia será distinta de la del segundo período de la guerra civil, ya
que podemos suponer que, una vez pertrechado de armamento moderno, tanto el
ejército como sus operaciones experimentarán un gran cambio. El ejército
alcanzará entonces un alto grado de centralización y organización; sus
operaciones adquirirán un elevado nivel de regularidad y perderán mucho de su
carácter guerrillero; lo inferior se transformará en superior, y la guerra
regular de tipo chino pasará a ser de tipo universal. Esta será nuestra tarea
en la etapa de contraofensiva estratégica.
pág. 235
De esta manera vemos que a lo largo de los cuatro períodos
estratégicos de las dos guerras -- la guerra civil y la Guerra de Resistencia
contra el Japón --, se producen tres cambios de estrategia. El primero fue el
paso de la guerra de guerrillas a la guerra regular en la guerra civil. El
segundo fue el paso de la guerra regular en la guerra civil a la guerra de
guerrillas en la Guerra de Resistencia. Y el tercero será el paso de la guerra
de guerrillas a la guerra regular en la Guerra de Resistencia.
En el primero de los tres cambios tropezamos con grandes
dificultades. Nos vimos enfrentados a una doble tarea. Por una parte, tuvimos
que combatir la tendencia derechista al localismo y al guerrillerismo que
consistía en aferrarse a lo guerrillero y negarse a pasar a la regularidad,
tendencia que surgió debido a que algunos cuadros subestimaron los cambios
producidos en la situación del enemigo y en nuestras propias tareas. En la
Zona Roja Central, por ejemplo, esta tendencia fue corregida gradualmente sólo
después de un duro trabajo de educación. Por otra parte, también tuvimos que
combatir la tendencia "izquierdista" que acentuaba en demasía la
regularización y se manifestaba en la centralización excesiva y el
aventurerismo, tendencia nacida a causa de que parte de los cuadros dirigentes
sobrestimaron los cambios en la situación del enemigo, se plantearon tareas
demasiado amplias y aplicaron mecánicamente las experiencias extranjeras sin
tener en cuenta las condiciones reales. Durante tres largos años (hasta la
Reunión de Tsunyi), esta tendencia costó enormes sacrificios en la Zona Roja
Central, y sólo se corrigió a través de lecciones pagadas con sangre. Su
rectificación fue un logro de la Reunión de Tsunyi.
El segundo cambio se produjo en el otoño de 1937 (después del
Incidente de Lukouchiao), en la coyuntura entre dos guerras diferentes. En
aquel entonces enfrentábamos a un nuevo enemigo, el imperialismo japonés, y
teníamos como aliado a nuestro anterior enemigo, el Kuomintang (que seguía
siéndonos hostil), y el campo de batalla era la vasta extensión del Norte de
China (que, luego de haber sido temporalmente nuestro frente, se convertiría
en retaguardia enemiga para serlo durante largo tiempo . El cambio de nuestra
estrategia, efectuado en esas circunstancias especiales, fue sumamente serio.
En tales circunstancias especiales, tuvimos que transformar el ejército
regular del pasado en ejército guerrillero (en cuanto a su utilización en
orden disperso, no a su sentido de organización y disciplina) y transformar la
guerra de movimientos del pasado en guerra de guerrillas, ya que
pág. 236
sólo esto respondía a la situación del enemigo y a nuestras tareas. Pero
este cambio, según todas las apariencias, significaba un paso atrás y, por
ende, fue necesariamente muy difícil. En ese momento, podían aparecer
tendencias como la subestimación del enemigo por una parte, y el temor
enfermizo al Japón por la otra; una y otro se produjeron efectivamente en el
Kuomintang. Cuando éste pasó del teatro de la guerra civil al de la guerra
nacional, sufrió muchas pérdidas innecesarias, debido principalmente a su
subestimación del enemigo y, al mismo tiempo, a su temor enfermizo al Japón (por ejemplo, los casos de Jan Fu-ch¸ y Liu Chi[17]).
En cuanto a nosotros, hemos efectuado de manera bastante feliz el cambio y, en
vez de sufrir pérdidas, hemos alcanzado grandes victorias. Esto se debe a que
la gran mayoría de nuestros cuadros aceptaron a tiempo las correctas
instrucciones del Comité Central e hicieron una apreciación flexible de la
situación, no obstante haber surgido serias controversias entre el Comité
Central y una parte de los cuadros dirigentes del ejército. Este cambio tiene
gran importancia para el mantenimiento, desarrollo y triunfo de la Guerra de
Resistencia en su conjunto, así como para el futuro del Partido Comunista de
China; esto se comprende fácilmente si pensamos en la importancia histórica
que la guerra de guerrillas antijaponesa tiene para el destino de la lucha por
la liberación nacional de China. Por su extraordinaria amplitud y duración, la
guerra de guerrillas antijaponesa de China carece de precedentes no sólo en
Oriente, sino probablemente en toda la historia de la humanidad.
En cuanto al tercer cambio, el paso de la guerra de
guerrillas a la guerra regular en la Guerra de Resistencia, pertenece al
desarrollo futuro de la guerra. Como es de presumir que surgirán entonces
nuevas circunstancias y nuevas dificultades, no hablaremos de ello por el
momento.
* Parte de las conclusiones presentadas por d
camarada Mao Tse-tung en la VI Sesión Plenaria del Comité Central elegido en
el VI Congreso Nacional del Partido Comunista de China. En sus obras
"Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas contra el Japón" y "Sobre
la guerra prolongada", el camarada Mao Tse-tung ya había solucionado el
problema de la línea del Partido para dirigir la Guerra de Resistencia contra
el Japón. Los camaradas que incurrieron en errores oportunistas de derecha
negaban que el Partido debiera mantener el principio de independencia y
autodecisión dentro del frente único y, por ello, ponían en duda e impugnaban
la línea del Partido en los problemas de la guerra y de la estrategia. A fin
de superar [cont. en p. 226. -- DJR] ese
oportunismo de derecha en el Partido, hacer comprender con mayor claridad a
todos los militantes la importancia primordial de los problemas de la guerra y
de la estrategia en la revolución china y movilizar a todo el Partido para que
trabajase a conciencia en este sentido, el camarada Mao Tse-tung volvió a
subrayar esta cuestión en dicha Sesión, enfocándola desde el ángulo de la
historia de las luchas políticas de China y, al mismo tiempo, analizó el
proceso del desarrollo de nuestro trabajo militar y de los cambios concretos
en nuestra línea estratégica. Gracias a ello se alcanzó la unanimidad de todo
el Partido en cuanto a la orientación directriz y al trabajo práctico.
COMUNISTA DE CHINA
PARTIDO DURANTE LA
GUERRA CIVIL Y
LA GUERRA NACIONAL
From
Marx |
Apuntos sobre |
pág. 240
[1] Véanse V. I. Lenin, "La guerra y la socialdemocracia de Rusia", "la
Conferencia de las Secciones del P.O.S.D.R. en el Extranjero", "Sobre la
derrota del propio gobierno en la guerra imperialista" y "la derrota de Rusia
y la crisis revolucionaria '. Estas obras, escritas durante los años 1914 y
1915, tratan específicamente de la guerra imperialista que se desarrollaba
entonces. Véase también Compendio de Historia del Partido Comunista
(bolchevique) de la URSS, cap. VI, 3, "Teoría y táctica del Partido
bolchevique sobre las cuestiones de la guerra, de la paz y de la revolución".
[pág. 226]
[2] En
1924, Sun Yat-sen, en alianza con el Partido Comunista y con los obreros y
campesinos revolucionarios, derrotó a los "Cuerpos de Comerciantes", una
fuerza armada de la burguesía compradora y de los déspotas locales y
shenshi malvados que, en confabulación con los imperialistas ingleses,
realizaba actividades contrarrevolucionarias en Cantón. A principios de 1925,
el ejército revolucionario, formado sobre la base de la cooperación entre el
Kuomintang y el Partido Comunista, partió de Cantón en una expedición al Este
y, con la ayuda de los campesinos, derrotó a las tropas del caudillo militar
Chen Chiung-ming. Regresó luego a Cantón y aniquiló a las fuerzas de los
caudillos militares de Yunnán y Kuangsí que se habían atrin-
pág. 241
cherado allí. En el otoño del mismo año, inició su segunda expedición al
Este y aniquiló definitivamente a las fuerzas de Chen Chiung-ming. Estas
campañas, en las que lucharon heroicamente en primera línea militantes del
Partido Comunista y de la Liga de la Juventud Comunista, permitieron que se
hiciera la unificación política de la provincia de Kuangtung y se echaron las
bases para la Expedición al Norte. [pág. 227]
[3] J.
V. Stalin: "Las perspectivas de la revolución en China". [pág. 227]
[4] En
1894, Sun Yat-sen formó en Honolulú una pequeña organización revolucionaria
llamada Singchungjui (Sociedad para la Regeneración de China). Después de la
derrota sufrida en 1895 por el Gobierno de la dinastía Ching en la Guerra
Chino-Japonesa, Sun Yat-sen, con el apoyo de las sociedades secretas que
existían entre el pueblo. efectuó en la provincia de Kuangtung dos
insurrecciones armadas contra dicha dinastía: una en Cantón, en 1895, y la
otra en Juichou, en 1900. [pág. 230]
[5] En
1905, la Singchungjui (Sociedad para la Regeneración de China) se unió con
otras dos organizaciones opuestas a la dinastía Ching: la Juasingjui (Sociedad
para el Renacimiento de China) y la Kuangfujui (Sociedad para el
Restablecimiento de China),y así se creó la Tungmengjui (liga Revolucionaria),
organización de frente unido de la burguesía, la pequeña burguesía y un sector
de terratenientes contrarios a la dinastía Ching. Esta organización formuló un
programa de revolución burguesa, que abogaba por "la expulsión de los tártaros
(los manchúes). la reconstitución de China, el establecimiento de una
república y el igualamiento del derecho a la propiedad de la tierra". En el
período de la Tungmengjui, Sun Yat-sen en alianza con las sociedades secretas
y con una parte del Nuevo Ejército del Gobierno Ching, realizó una serie de
insurrecciones armadas contra el régimen Ching. Las más importantes fueron la
de Pingsiang (provincia de Chiangsí), Liuyang y Liling (provincia de Junán) en
1906; la de Chaochou y Juangkang, la de Chinchou (provincia de Kuangtung) y la
de Cbennankuan (actualmente Youyikuan, provincia de Kuangsí), en 1907; la de
Jekou (provincia de Yunnán), en 1908, y la de Cantón y el Levantamiento de
Wuchang, en 1911. [pág. 230]
[6] En
1912, la Tungmengjui fue reorganizada como Kuomintang y entró en compromiso
con el régimen de los caudillos militares del Norte encabezado Por Yuan
Shi-kai. En 1913, cuando las tropas de Yuan Shi-kai marchaban hacia el Sur
para reprimir a las fuerzas que se habían levantado durante la Revolución de
1911 en lasa provincias de Chiangsí. Anjui y Kuangtung, Sun Yat-sen organizó
una resistencia armada, que fracasó poco después. En 1914. comprendiendo que
era errónea la política de compromiso del Kuomintang, Sun Yat-sen formó en
Tokio d Chungjua Kemingtang (Partido Revolucionario Chino), nombre que adoptó
a fin de distinguirlo del Kuomintang de entonces. Este nuevo partido fue en
realidad una alianza de los representantes políticos: de un sector de la
pequeña burguesía y un sector de la burguesía contra Yuan Shi-kai. Apoyándose
en esta alianza, Sun Yat-sen efectuó en 1914 una insurrección de pequeña
escala en Shanghai. El año 1915, cuando Yuan Shi-kai se proclamó emperador,
Tsai E y otros iniciaron en Yunnán una expedición contra él; en esa lucha
armada contra Yuan Shi-kai, Sun Yat-sen fue también un activo agitador y
participante. [pág. 230]
[7] En
1917, Sun Yat-sen llegó a Cantón desde Shanghai a la cabeza de una fuerza
naval bajo su influencia. Con la provincia de Kuangtung como base y aliándose
con los caudillos militares del Sudoeste que se oponían a Tuan Chi-yui,
caudillo militar del Norte. organizó un gobierno militar contra éste.
[pág. 230]
[8] En
1921, Sun Yat-sen preparó en la ciudad de Kuilin, provincia de Kuangsí, una
marcha hacia el Norte. Pero sus esfuerzos se vieron frustrados por la traición
pág. 242
de su subordinado Chen Chiung-ming. quien estaba confabulado con los
caudillos militares del Norte. [pág. 230]
[9] En
1924, después de la reorganización del Kuomintang, Sun Yat-sen, con la ayuda
del Partido Comunista de China y de la Unión Soviética, estableció en Juangpu.
cerca de Cantón, una escuela militar conocida con el nombre de Academia
Militar de Juangpu. Antes de que Chiang Kai-shek traicionara a la revolución
en 1927, la Academia fue dirigida conjuntamente por el Kuomintang y el Partido
Comunista. Los comunistas Chou En-lai, Ye Chien-ying, Yun Tai-ying, Siao
Chu-n¸ y muchos otros camaradas ocuparon en distintas ocasiones puestos de
responsabilidad en dicha Academia. Entre los cadetes había también muchos
miembros del Partido Comunista y de la Liga de la Juventud Comunista. Estos y
aquellos constituían el núcleo revolucionario de la Academia.
[pág. 230]
[10] Nativo de Junán; había sido un janlin (miembro de la Academia
Imperial) de la dinastía Ching. Preconizó primero la monarquía constitucional
y luego especuló con la Revolución de 1911. Su posterior alineamiento en el
campo del Kuomintang fue un reflejo de la contradicción entre los
terratenientes de Junán y los caudillos militares del Norte.
[pág. 230]
[11] Partido político que Liang Chi-chao y otros organizaron bajo la
protección de Yuan Shi-kai en los primeros años de la República de China.
[pág. 230]
[12] Antiguo subordinado de Yuan Shi-kai y cabecilla de la camarilla de
Anjui de los caudillos militares del Norte. Después de la muerte de Yuan
Shi-kai, detentó en varias ocasiones el Poder del gobierno de Pekín.
[pág. 230]
[13] Grupo político de extrema derecha formado en 1916 por un sector del
Partido Progresista y otro del Kuomintang. A la caza de puestos
gubernamentales, este grupo maniobraba entre los caudillos militares del Sur y
los del Norte. En el período de la Expedición al Norte, de 1926 a 1927, una
parte del Grupo de Ciencias Políticas, entre ellos los elementos projaponeses
Juang Fu, Chang Ch¸n y Yang Yung-tai, comenzaron a colaborar con Chiang
Kai-shek y, valiéndose de su experiencia política reaccionaria, le ayudaron a
establecer el régimen contrarrevolucionario. [pág.
230]
[14] Nombre abreviado del Partido de la Juventud de China, llamado también
Partido Estatista. Véase "Análisis de las
clases de la sociedad china", nota 2, Obras
Escogidas de Mao Tse-tung, t. I. [pág. 231]
[15] Se refiere aquí principalmente al regimiento independiente al mando de
Ye Ting, miembro del Partido Comunista, durante el período de la Expedición al
Norte. Véase "La lucha en las
montañas Chingkang", nota 15,
Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. I. [pág.
232]
[16] Véase "Problemas
estratégicos de la guerra revolucionaria de China", Obras Escogidas de
Mao Tse-tung, t. I. [pág. 233]
[17] Jan Fu-ch¸ fue caudillo militar del Kuomintang en Shantung. Liu Chi.
también caudillo militar, dirigía las tropas propias de Chiang Kai-shek en la
provincia de Jonán. y después del estallido de la Guerra de Resistencia contra
el Japón, tuvo bajo su responsabilidad la defensa de la zona de Paoting,
provincia de Jopei. Uno y otro huyeron ante el ataque de los invasores
japoneses sin disparar un solo tiro. [pág. 236]
From Marx to
Mao |
![]() |
![]() |
![]() |